El sueño Panamericano
Nada me gustaría
más que Venezuela y, aún más, que mi hermosísima Ciudad Guayana, fuera
apreciada y admirada por deportistas y visitantes de todo el continente ¿A
quién no le gustaría? Y me refiero a Ciudad Guayana porque después de repasar
todas las noticias y ver el video oficial en que se postula a Bolívar como sede
de los Juegos Panamericanos de 2019, era más que obvio que se incluyeran a Puerto Ordaz y San Félix
en ese maravilloso proyecto que se planea ejecutar en Ciudad Bolívar, el cual dicho sea de paso es prácticamente un sueño… y, por supuesto, soñar no cuesta nada
¿cierto?
Aunque podría
empezar este post con una lista de las cosas positivas que nos aportarían los
Juegos Panamericanos de 2019, estoy segura que la mitad de los venezolanos
verán con recelo esta decisión de los mandamases del deporte nacional. Seguro
algunos saldrán a rechazar esta iniciativa y con toda razón.
Ya han pasado 30
años de los Juegos Panamericanos realizados en Caracas en 1983 y 6 de la Copa
América 2007, ambos eventos marcaron pauta en el deporte nacional, pero ¿alcanzaron
las expectativas deseadas? Millones de dólares en transformación de estadios y
un poco de maquillaje a las principales ciudades del país que a la final no
dejó las ganancias que se esperaban, hablando de la Copa América en específico.
El albergar
grandes eventos deportivos no es garantía de desarrollo para las ciudades que
los acogen. Funcionó para Barcelona en 1992, pero no fue
así para Beijing o para Sudáfrica cuando albergó el Mundial de 2010.
¿Está preparada
Venezuela para ser la sede de unos Panamericanos, cuando los propios
venezolanos no podemos ni siquiera salir a la calle y combatir “la sensación de
inseguridad” que nos azota día a día? Sinceramente, creo que no. Sé que muchos
me tildarán de pesimista, pero si no nos costara tanto mantener una estabilidad
en la economía, contar con servicios públicos de calidad (salud, agua,
electricidad, transporte, seguridad, entre otros) o al menos contar con lo
necesario para vivir, entonces podríamos estar un poco más emocionados con este
sueño de ser sede de unos Panamericanos.
Esperaremos
atentamente por el proyecto que los gobiernos regional y nacional presenten al
país en vísperas de las visitas que deba hacer la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA), pues competir contra
Lima (Perú) y Santiago (Chile) no será nada fácil. Las crisis financieras y
desestabilización política de nuestros países también juegan un rol fundamental
en las decisiones que toma el ODEPA y en ambos aspectos, tanto Lima como Santiago
nos llevan una morena… No se les olvide que Madrid –candidata para los
Olímpicos de 2020- está en la cuerda floja por la crisis que azota España, un
país que no tiene ni la cuarta parte de los problemas que tenemos los
venezolanos.
Pero como yo
prefiero ser más optimista que pesimista -aunque no lo parezca-, no me adelantaré a los acontecimientos.
Quizás esta se una motivación para el cambio, para la unión de nuestro pueblo,
para ponernos a prueba y saber si podemos llevar a cabo un evento de calidad
continental y bien hecho… no me cabe duda que somos capaces de eso y más, eso
sí, primero atendamos la casa y luego recibamos a los invitados.
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