Corriendo por la vida y los bosques

Un poco de historia…
Colombia es el segundo país más biodiverso del planeta tierra con el 10% de la flora y fauna y el 20% de las aves del mundo. Sin embargo, la historia reciente dice que los cultivos ilícitos de coca y marihuana, la deforestación y la contaminación de las aguas ponen en jaque el desarrollo natural de la diversidad de la naturaleza colombiana.

“Según estudios del Banco Mundial, para cultivar una hectárea de coca se deben talar entre 2.5 y 4 hectáreas de bosques tropicales; en los últimos 25 años se han cortado 2 millones de hectáreas de bosques, a esto hay que sumarle las grandes cantidades de productos químicos que son un gran contaminante para los ríos”, según el blog ambientalista Ecohuellas. No cabe duda que se trata de una gran preocupación para el gobierno, así como para la empresa privada de los paisas.
Organizaciones ambientalistas se hicieron presentes

 Las drogas van arrastrando cientos de ecosistemas nativos con ellas. Elsa Gómez, directora de la Fundación Natura de Colombia, catalogó como nefasta esa “plaga” del narcotráfico. Una plaga que está convirtiendo los bosques en coladores por la constante deforestación para nuevos sembradíos y, a veces, el esfuerzo para impedir la propagación de nuevas plantaciones parece arrojar pocos resultados.

Las acciones…
La debilidad de los ecosistemas han llegado a un punto en el que no hay tiempo para quedar de brazos cruzados. Conscientes de su realidad, los colombianos saben que unidos es que podrán conseguir la paz para sus vidas y para sus bosques, y decidieron correr para hacer un llamado de atención al mundo.

La Carrera Verde Bogotá 2015 reunió a casi 5 mil corredores bajo el proyecto “Unidos por los bosques” que conjuntamente con diferentes aliados públicos y privados buscan reconstruir los sistemas ecológicos afectados. Son los primeros 10k en Sudamérica en obtener la certificación de deporte ambientalmente sostenible que otorga la firma PricewaterhouseCoopers (PWC).

Carrera Verde 10k Bogotá 2015


Casi 5 mil personas participaron en los 10k más ecológicos


















Una hermosa carrera en la que la embajada de Estados Unidos en Bogotá aportará seis arbolitos por cada participante, es decir unos treinta mil árboles nativos para ser sembrados posterior a la corrida, pero con la meta final de llegar a un millón de árboles para 2016, con lo cual se compensará la huella de carbono emitida durante la carrera.

El objetivo era simple: llamar la atención de ecologistas, deportistas y ciudadanía en general hacia la protección y reforestación de los bosques colombianos. La carrera fue una simple excusa para conjugar deporte y ambiente. Muy a diferencia de otras, ésta inició y culminó con mensajes de protección a la naturaleza y, sobre todo, con miles de personas apoyando esta causa que tanto afecta a Colombia y el mundo.


Una marea verde inundó el Parque Simón Bolívar, Bogotá
Cambiar conciencias…

Cuidar y entender que la naturaleza nos da absolutamente todo se ha convertido en una tarea pendiente para nosotros los seres humanos. Pensar en cuidar nuestra salud y hacer deporte sin tomar en cuenta que somos parte de un gran ecosistema que está siendo afectado por el cambio climático es absurdo, por ello iniciativas como éstas –además de otras que tiene Colombia como el cierre de avenidas una vez por semana para que la gente pueda disfrutar más de la urbe; condenas de hasta cinco años de prisión a quienes trafiquen con especies vivas (flora y fauna); producción de café orgánico; y una policía especial encargada de delitos ambientales- siempre tienen que ser aplaudidas.

La intención es que en años posteriores la carrera se realice simultáneamente en las principales ciudades de Colombia y que además se hagan recorridos cortos de 3k para que la familia completa pueda unirse a esta bellísima causa que seguramente otros país copiarán. 
En la actividad se sembraron 60 árboles nativos



Las medallas fueron hechas de madera











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