Adiós Chita

 Da pesar tener que presenciar la salida por la puerta de atrás de Noel Sanvicente, sobre todo, después de haber apoyado esa idea loca de que a la oncena nacional la debe dirigir un técnico local, a sabiendas que nuestro campeonato nacional de competitivo no tiene nada.  

  Después de tener que ver la penosa actuación de la Vinotinto en el ciclo Chita no hay nada más que decir, a Sanvicente se le acabó el tiempo. Debe dar un paso al costado por el bien de la selección y por respeto a la poca ilusión que le quedan a los venezolanos cuando se habla de la Vinotinto. Los resultados están a la vista, no se le dieron, pero más allá de eso, no hubo progreso en cuanto a fútbol se refiere. Lamentablemente, aquella historia que parecía sepultada y olvidada en la cual nos llamaban la "cenicienta" de américa volvió a recordarnos que aún no estamos listos para ir a un copa del mundo. 

     También es cierto que no toda la culpa es de Chita. Pero fue su visión la que se intentó plasmar en cada partido. El protagonismo de lo extrafutbolístico no lo ayudaron tampoco, parecía una especie de boicot por parte de los jugarores de mayor experiencia que no salieron muy bien parados cuando los jóvenes de la cantera tuvieron que sacar la cara; sumando a ello la detención del presidente de la FVF, Rafael Esquivel, escándalos de corrupción, etc etc etc.

    Como periodista, seguidora del fútbol y, especialmente, de nuestra Vinotinto, siempre apoyé la elección de Noel Sanvicente, pero no podemos cegarnos por la simpatía. Recordemos que la tardía renuncia de César Farías nos costó la clasificación a Brasil 2014. La decisión ya está tomada, dijo Chita, entonces anúnciela para pasar la página y buscarle el norte a la selección nacional.