¿Juego limpio?

Algo que he sabido apreciar en mi paso por tierras europeas es la pasión con la que todos hablan
de fútbol. Con cualquiera se puede conversar sobre la liga española, inglesa, italiana, etc. Todos
admiran a los jugadores –y, por supuesto, adoran a Lionel Messi- pero algo de lo que nadie dice
nada es de las “manos negras” que manejan este gran negocio.

Y no es que sean ingenuos para no saber que en el mundo del fútbol las corruptelas siempre han
estado bien arraigadas como hierbas de mucho veneno que pocos han podido arrancar de raíz,
es que simplemente no quieren que se les arrebate la pasión que les genera una final de Liga de
Campeones, por ejemplo.

Hace algunos días la olla de las apuestas, amaño de partidos y soborno de jugadores, directivos y
árbitros volvió a emanar su hedor al ser descubierta una organización delictiva internacional que
habría intervenido en el resultado de más de 680 juegos –incluyendo dos encuentros de Liga de
Campeones- y otros partidos en Europa.

Los diarios especializados y no tanto, dieron cobertura al resultado de una investigación en la
que se puso en la mesa más de 15 millones de euros en apuestas y unos 2 millones en sobornos,
asunto por demás grave que sigue hundiendo en el pantano de la corrupción a los organismos que
regulan el fútbol mundial… pero ¿el aficionado qué dice de esto?

Un amigo italiano dice, “esto no sorprende”. Él simplemente miró la noticia
y aseguró que no cree en ligas ni mundiales. Está más que seguro de que la política italiana ha sido un
cáncer duró de derrotar en la Calcio, pues incluso en la temporada pasada al menos 40 jugadores
italianos estuvieron involucrados en amaños y fraudes en apuestas deportivas.

Él ya perdió la fe en los resultados. Observa de forma muy diferente el
fútbol, se preocupa por el rendimiento de los jugadores de la Roma, pero nunca por
el marcador. Pretende que su deporte favorito es jugado por amateurs y simplemente disfruta de
noventa minutos de emoción sin mirar más allá de lo que está en el campo de juego, porque sabe
que no encontrará nada agradable.

Sencillamente nos hacemos de la vista gorda cuando sentimos peligro cerca de lo querido y
mientras la FIFA no ponga en práctica su famoso lema “juego limpio” (Fair Play) ese fútbol corroído seguirá siendo el deporte que todos continuarán viendo sin importar lo que está detrás de esa fachada
perfecta de jugadores extraterrestres y encuentros erizantes.

Comentarios

  1. Saludo Lic Krisaura.
    Muy buen tema, comparto idea con el amigo Italo. No creo en Mundiales ni en Ligas de Futbol a nivel Global.El Balón Pies es como el oro Negro todos quieren pero a sus interés la corrupción es indetenible.

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  2. Hay que seguir creyendo en las reglas del barrio y las caimaneras donde se impone la lealtad del resultado, sin tantos aspavientos

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